martes, 4 de mayo de 2010

¡Estamos perdidos!



Me vino a la mente esta frase que es una traducción aproximada de "We're doomed". Esta frase me parece jocosa porque me recuerda los predicamentos que muchas veces pasaba C-3PO (O "Tripio") sin deberla ni tenerla en las múltiples aventuras que tiene la Saga de Star Wars.

Me parece jocosa pero a la vez irónicamente adecuada para describir la situación de ciudadanos como tú y como yo que nos encontramos en una realidad tan difícil en cuanto a seguridad pública en este país.

El Presidente Felipe Calderón, valiente como es junto con su escudero, Sancho Panza... perdón, Gómez Mont, han lanzado a nuestro país en una guerra sin cuartel contra el narcotráfico. Las consecuencias están al aire. El número de asesinatos, atentados y secuestros se ha disparado de una manera vertiginosa en tierras mexicanas. Desgraciadamente para nosotros, somos los menos culpables de esto y sin embargo vemos que existen numerosas víctimas de en este horrible punto intermedio.

¿Qué nos protegerá? Desafortunadamente para nosotros, no se ve a ciencia cierta quien pueda ponerse a defendernos, ya que la abnegada "autoridad" que debería llevar a cabo ese trabajo a mostrado que: 1) Están más coludidos con el "enemigo" de lo que creemos, 2) Se afanan al "No es quien la hizo, sino quién la pague, 3) Que son unos ineficientes de alto calibre y 4) Tienen demasiado miedo para cumplir su labor.

Los primeros lazos no son sorpresa para nadie. Es de todos sabido, aunque se niegue, que numerosos representantes de la ley, a diversos niveles, forman parte de la "nómina de la droga". Es difícil para un ciudadano acercarse a denunciar un delito ante la incertidumbre de las represalias que pueden surgir en el interior de los mismos Ministerios Públicos.

Después tenemos los casos de gente como las indígeneas Jacinta, Teresa y Alberta, quienes fueron acusadas injústamente por un delito difícil de creer y evidenció el cinismo y la desfachatez con la que actuaban las autoridades pisoteando los derechos de cada uno de nosotros. Era poco creíble pensar que tres mujeres no armadas, serían capaces de secuestrar a agentes "armados y entrenados" de la AFI. Aquí, como se dijo, se muestra la impunidad y prepotencia que existe. Eso no es servir al pueblo, eso es abuso de autoridad

También tenemos que soportar el hecho de que son unos auténticos "buenos para nada". Casos como el de Paulette (Que ya chole pero es un buen ejemplo), la resolución del tiroteo del Tec donde murieron Jorge Antonio Mercado Alonso y Javier Francisco Arredondo Verdugo, así como la de las muertes de Brian y Martín Salazar, muestran que nuestra Policia no hace las cosas bien, y esperan que nos creamos sus versiones piteras como si ello fuera la verdad absoluta.

Y por supuesto, las autoridades cobardes que no hacen su trabajo. Autoridades como Nicolás Martínez, Secretario de Gobernación de Oaxaca y el mismo Ulises Ruiz, que tienen que "Platicar" con los movimientos de resistencia para poder transitar a través de el territorio que supuestamente gobiernan para poder rescatar a los integrantes del movimiento de Paz que iba a Copala para ayudar, Érika Ramírez y David Cilia, que fueron atacados y casi dejados a su suerte de no haber sido por la intervención de los medios. Y que al tener atentados causados por dichos grupos, culpa a la "irresponsabilidad" de los extranjeros, tratando de cubrir con un dedo su propia cobardía.

O los comandantes que se negaron a asistir en ayuda de la secretaria de Seguridad Pública de Michoacán, Minerva Bautista Gómez, que cínicamente ordenaron que la ayuda se retrasara para evitar el enfrentamiento...

Es una desgracia pensar que estamos solos. El narco nos impone el miedo y la autoridad se olvida de protegernos. No sabemos ni en quien confiar. Y así, como Tripio, al observar el caos en el que estamos envueltos sin tener culpa alguna o sin haberlo pedido sólo podemos suspirar resignados... "Estamos perdidos"


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